Pasajero sostiene un fragmento de vidrio en el cuello de una azafata estadounidense

Varios pasajeros de una aerolínea se apresuraron a someter a un hombre que apuntó con un objeto punzante al cuello de una azafata poco después de aterrizar en Nueva Orleans, manteniéndolo inmóvil hasta que los agentes pudieran detenerlo, dijeron las autoridades.

Se cree que Nelson Montgomery, de 39 años, se lastimó con un objeto punzante y luego agarró a la azafata, quien sufrió dos cortes superficiales, dijo la Oficina del Sheriff de la parroquia de Jefferson.

Los oficiales sacaron al hombre de Nueva Orleans después de que el vuelo de Delta Air Lines procedente de Atlanta llegara el jueves al Aeropuerto Internacional Louis Armstrong. Fue acusado de agresión agravada, agresión simple y alteración del orden público.

No estaba claro qué motivó el estallido violento.

WVUE-TV, una filial de Fox en Nueva Orleans, informó que Montgomery sangraba profusamente por el cuello, y un pasajero dijo que estaba sosteniendo lo que parecía ser un fragmento de vidrio roto contra el cuello de la azafata y amenazando con hacerle daño si alguien lo alcanzaba. demasiado cerca.

Una fotografía policial proporcionada por la oficina del sheriff mostraba un vendaje en su cuello.

lunes, 31 de julio

martes, 1 de agosto

Montgomery fue tratada en un hospital por lesiones que no se consideraban potencialmente mortales y luego fue ingresada en la cárcel parroquial.

La azafata fue atendida en el lugar, según la oficina del sheriff.

Delta dijo que el avión fue recibido por la policía después de “un problema reportado por un cliente”.

"Delta tiene tolerancia cero con el comportamiento rebelde en nuestros aviones y en nuestros aeropuertos", dijo un portavoz de la aerolínea en un comunicado. "Nada es más importante que la seguridad de nuestra gente y nuestros clientes".

Otra pasajera del avión Airbus A321, Raquel Davis, dijo al periódico The Times-Picayune de Nueva Orleans que estaba impresionada de que la tripulación mantuviera la calma del resto de los pasajeros.

"Es sorprendente que nadie estuviera armando un escándalo", dijo Davis. "Fue extraño en el buen sentido".